Aprender a tolerar la frustración desde pequeños permite que los niños puedan afrontar las situaciones de la vida de manera positiva.
La frustración surge cuando un deseo, necesidad, un objetivo no se llega a alcanzar. En ese momento, tanto el adulto como el niño pueden sentir enfado, rabia, tristeza, ansiedad. Cada persona lo puede vivir de manera diferente.
El niño que no se enfrenta, no se expone a situaciones complicadas en las que tenga que usar sus recursos; no aprende, se frustra.
Si cada vez que un niño quiere algo lo obtiene de manera inmediata, aprenderá que todo es muy sencillo de conseguir y el día que no pueda alcanzarlo…se frustrará. Leer más