Las obsesiones son pensamientos repetitivos y extraños que no se adaptan a la realidad. Son perjudiciales, improductivos, producen ansiedad y pueden afectar a las relaciones sociales e interpersonales.
En ocasiones, nos invaden pensamientos negativos “ Yo tengo la culpa de todo lo que ocurre», acerca de un color o un número en concreto, de duda “¿Habré cerrado la puerta del coche?”, miedos injustificados, creer que te están engañando tus familiares o amigos cercanos, pensamientos de tipo religioso, pensar en los antiguos errores, preocupación por envejecer, por celos o miedo a que lo abandonen, etc. y no conseguimos deshacernos de ellos.
Esto nos provoca ansiedad, y, para conseguir neutralizarla, solemos realizar conductas de comprobación para aliviar ese malestar. Funcionan a modo de ritual, de forma reiterada y con una duración y frecuencia que interfiere en nuestro día a día.
Detrás de una obsesión muchas veces viene una compulsión, que lejos de solucionar el problema, lo que hace es mantenerlo y afianzarlo más aún si cabe. Un ejemplo puede ser alguien que cree que todos los objetos que toca están contaminados (obsesión) y necesita lavarse inmediatamente las manos durante un tiempo prolongado (compulsión) para poder sentirse bien, aliviado.
Para hacer frente a esas obsesiones y a la ansiedad posterior, ciertas estrategias son adecuadas, es recomendable aprender previamente cómo relajarse con ejercicios prácticos y con autoinstrucciones positivas.
Entre las TÉCNICAS para obsesiones puras:
–Parada de pensamiento: Consiste en concentrarse en los pensamientos no deseados y después de experimentarlos durante un breve periodo de tiempo, detener y «vaciar» la mente.
–Asumir el pensamiento intrusivo: Aceptarlo y experimentar la emoción hasta que ésta desaparezca, haciendo frente a la ansiedad con las estrategias aprendidas.
–Distracción: Mantener el foco de atención en otra cosa, permanecer activos realizando actividades que nos disuadan del pensamiento en cuestión.
–Hablar del pensamiento o escribirlo, darle forma en un papel; de esta manera conseguimos que adquiera otra perspectiva.
Para obsesiones con compulsiones: Tratamiento de exposición con prevención de respuesta.