¿Hasta qué punto resulta beneficioso o contraproducente que nuestros hijos realicen tantos deberes? Dependiendo del sistema educativo y de la propia educación de los padres, esto varía. Pero en términos generales es importante llevar a cabo los puntos que os recomendamos a continuación para que el método de estudio resulte eficaz:
RUTINAS: Para crear un buen hábito de estudio, las rutinas son necesarias. Entre materia y materia, disponer de un tiempo de descanso (entre 10 min. y 15 min.) y alternarlo con espacios de ocio. Esto permite que el niño/adolescente desconecte y se relaje, y así, mejore la concentración y atención al retomarlo.
AUTONOMÍA: Es cierto que a ciertas edades, debe haber un control externo para ayudar a realizar los deberes, sobre todo con las dificultades que puedan tener y para enseñarles la importancia del hábito de estudio. A medida que van creciendo, se debe fomentar la autonomía enseñándoles a realizar ellos solos todo el proceso de estudio (ponerse a una hora todos los días, planificarse adecuadamente, buscar las dudas en el diccionario o en Internet, recoger más información sobre el tema, etc.)