Después de unas estupendas vacaciones, ¿A quién le apetece volver al trabajo? ¡Qué pereza!
Rutinas, levantarse pronto, aguantar las broncas de los jefes o de los profesores, muchas responsabilidades, tener que estudiar o hacer exámenes…. La vuelta puede ser dura. Puedes sentir cansancio, fatiga, falta de sueño, dolores musculares, falta de apetito o de concentración, falta de interés o nerviosismo, cambios de humor repentinos, etc.
Esto es lo que llamamos Síndrome PostVacacional, un conjunto de síntomas que se presentan al incorporarnos a nuestras obligaciones tras un periodo de vacaciones. No está aceptado como una enfermedad.
No todas las personas lo padecen, de hecho, algunos, después de las vacaciones vuelven al trabajo con las pilas cargadas, con ganas de mejorar en el trabajo, innovar…