Las obsesiones son pensamientos repetitivos y extraños que no se adaptan a la realidad. Son perjudiciales, improductivos, producen ansiedad y pueden afectar a las relaciones sociales e interpersonales.
En ocasiones, nos invaden pensamientos negativos “ Yo tengo la culpa de todo lo que ocurre», acerca de un color o un número en concreto, de duda “¿Habré cerrado la puerta del coche?”, miedos injustificados, creer que te están engañando tus familiares o amigos cercanos, pensamientos de tipo religioso, pensar en los antiguos errores, preocupación por envejecer, por celos o miedo a que lo abandonen, etc. y no conseguimos deshacernos de ellos.